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Visitar Dordoña-Perigord en temporada baja

Esta zona del suroeste de Francia pertenece a la región de Nueva Aquitania, es rica en paisajes naturales, valles bañados por ríos, castillos, pueblos con encanto y vestigios de la prehistoria.

Hay muchísimos lugares que visitar, pero si vas en temporada baja, como nosotros que estuvimos a finales de Enero, te encontrarás con que muchos sitios están cerrados. No obstante, la ventaja es que podrás disfrutar de una tranquilidad inusual en este destino turístico.

La mejor manera de moverse por la zona es en coche, hay trenes y buses regulares que conectan las poblaciones principales, pero no es tan fácil con los pueblos pequeños y la gracia de esta zona es poder pararse a disfrutar de los paisajes con los que te vas encontrando.

Yo recomendaría dedicarle unos tres días, lo más habitual suele ser salir desde de Burdeos, así que el primer día visitaría algunos lugares intermedios hasta llegar a Sarlat-la-Canéda, donde pasaría dos noches para en los siguientes días visitar los alrededores, este lugar es uno de los principales destinos turísticos de la zona y, por tanto, en donde mayor oferta de alojamiento y servicios se pueden encontrar en temporada baja.

A continuación, te detallo por días el itinerario que a nosotros nos funcionó:

Día 1: De Burdeos a Sarlat-La-Canéda, visitando Saint-Émilion y Bergerac

Saliendo por la mañana de Burdeos, tras recoger el coche de alquiler, estas fueron nuestras paradas del día, entre una y otra el paisaje va variando entre viñedos, ríos, bosques y valles.

  • Saint-Émilion: a menos de 50 km de Burdeos se encuentra este pueblo medieval famoso por sus viñedos, aunque no fue hasta el S.XIX cuando la vid se convirtió en un monocultivo. Te recomiendo comenzar la visita en la oficina de turismo, con el folleto que te facilitarán podrás pasear por las calles empedradas sin perderte ninguno de sus monumentos, además justo enfrente está el campanario de la que es la Iglesia monolítica más grande de Europa, y si quieres contemplar la vista panorámica del pueblo y sus viñedos, lo mejor es subir los 196 escalones que hay hasta lo alto. Para subir hay que pagar 2€ por persona y entregar un documento identificativo en la oficina de turismo, ahí te entregan la llave y lo visitas por tu cuenta. Si te interesa,también puedes visitar alguna bodega, y aprovechar para tomar algo en uno de los numerosos bares y restaurantes del pueblo (hay bastantes abiertos incluso en temporada baja) y probar el auténtico macaron de Saint-Émilion.
Panorámica desde el campanario
  • Bergerac: a casi 60 km de Saint-Émilion se encuentra esta ciudad a orillas del Dordoña. Aunque Savinien Cyrano, el personaje real en el que está inspirado el personaje literario nunca estuvo aquí, hay varias estatuas que lo homenajean. Lo mejor es dar un paseo por el impresionante centro histórico para transportarse a la Edad Media, nuevamente recomiendo pasar por la Oficina de Turismo y solicitar el mapa en el que señalan los edificios más significativos.
Estatua de Cyrano
  • Sarlat-la-Canéda: avanzando otros 74 km. hacia el este está este pueblo medieval, en la lista de los más bonitos de Francia. Nosotros llegamos ya de noche y fue increíble pasear por sus calles desiertas iluminadas con luces de gas.
Iluminación nocturna

Día 2: Ruta medieval por algunos de los pueblos más bonitos de Francia

Hicimos una ruta por cinco pueblos, de los cuales cuatro se encuentran en la lista de los pueblos más bonitos de Francia, en una distancia máxima de 15 km. con el más alejado:

  • Sarlat-la-Canéda: esta vez lo visitamos de día. No te pierdas el mercado cubierto, se encuentra en el interior de la Iglesia de Sainte-Marie tras ser rediseñada por el arquitecto Jean Nouvel, el tamaño de sus puertas es impresionante, nada menos que 15 metros de altura. Además en el campanario hay un ascensor de cristal para contemplar las vistas de la ciudad, claro que aquí no pudimos subir por no estar operativo a finales de Enero.
Puertas del mercado cubierto
  • Beynac-et-Cazenac: pequeño pueblo en el que destaca su castillo sobre un acantilado con vistas al río Dordoña a su paso por el valle. El Castillo de Beynac está considerado como el más auténtico del Périgord (cerrado en Enero). Merece la pena dar una vuelta por las empinadas calles y llegar hasta el mirador que se encuentra en lo alto del pueblo, junto al cementerio.
Panorámica desde el mirador
  • Castelnaud-la-Chapelle: con una disposición de terrazas, este pueblo se alza sobre la confluencia de los ríos Dordoña y Céou. Aquí se encuentra el Castillo de Castelnaud, dedicado al arte de la guerra en la Edad Media, es el único castillo de la zona abierto todo el año. Ofrece vistas panorámicas del valle, para visitarlo se necesita aproximadamente 1 hora. La entrada para adultos varía entre 9,90€ y 10,90€ según temporada.
En el Castillo de Castelnaud
  • Vézac: en esta pequeña población se encuentran los Jardines de Marqueyssac, más de 6 km de paseos por unos románticos jardines minuciosamente cuidados, por el sendero que linda con el acantilado hay bellas vistas sobre el valle, además consta de algunas zonas para niños y de la exposición de un auténtico esqueleto de dinosaurio traído desde Estados Unidos. Abierto todo el año, la entrada para adultos cuesta 9,90€, además se puede comprar una entrada conjunta con el castillo anterior por 19€, con lo que se puede ahorrar hasta 1,80€, se puede adquirir en cualquiera de las dos taquillas.
Jardines de Marqueyssac
  • La Roque-Gageac: otro pequeño y bello pueblo, esta vez situado a los pies de un acantilado y a orillas del río.
Vista del pueblo desde el río

Día 3. Un recorrido por la prehistoria

Este día nos dirigimos en dirección al valle de la Vézère, también conocido como valle de la Prehistoria por la variedad de sitios prehistóricos que se conservan en la zona. Los dos lugares que visitamos están clasificados como Patrimonio Mundial por la UNESCO:

  • Cueva de Font de Gaume: situada en Les Eyzies-de-Tayac-Sireuil, pueblo al sur del valle, esta cueva ornamentada es uno de los más bellos ejemplos del paleolítico en el mundo y que aún se mantiene abierta al público. A pesar de poder visitarse todo el año, por motivos de conservación su acceso está muy limitado y tampoco se puede reservar la entrada con antelación, así que se aconseja llegar temprano para conseguir plaza. Para nosotros fue una gran suerte de la temporada baja, pues no solo no tuvimos problema para conseguir entrada sino que la visitamos nosotros dos solos con la guía y fue una experiencia alucinante. Precio de la entrada para adultos: 10€.
Entrando a la cueva
  • La Roque Saint-Christophe: Esta enorme pared de piedra caliza de un kilómetro de largo y ochenta metros de altura fue ocupada por el hombre desde hace 55.000 años, siendo el mayor enclave troglodita de Europa occidental, pero lo más sorprendente es que se mantuvo ocupada hasta principios del Renacimiento. Durante la visita se puede entender cómo se desarrolló la vida en esta ciudad en pleno acantilado. La visita es por libre, se tarda algo menos de 1 hora y la entrada para adultos es de 9€.
La Roque Saint-Christophe

De vuelta, en dirección a Burdeos, hicimos una parada más:

  • Limeuil: otro de los pueblos más bellos de Francia, se encuentra en la confluencia de los ríos Dordoña y Vézère, el pueblo en sí es muy pequeño, se visita dando un rápido paseo por sus calles, pero si el tiempo te acompaña te aconsejo disfrutar de un picnic junto al río.
Picnic a orillas del río

Espero que esta información te sea de ayuda a la hora de organizar tu viaje y, si quieres ver el itinerario completo del nuestro, pincha aquí.

Si ya conoces la zona y quieres hacer alguna recomendación, te invito a dejar un comentario.

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